MARYCARMEN HERRERA | ENCUENTRO ENTRE PADRES E HIJOS

Cómo padres de púberes y adolescentes, escuchamos, pensamos, creemos que es una etapa que “hay que sufrir,  y que es como una enfermedad que aceptamos y rogamos porque pronto pase”.  En muchos casos, el único referente que tenemos,  es cómo nos educaron a nosotros; sobre todo si crecí en una familia tradicional en donde la autoridad tenía tintes de autoritarismo;
por ello, decidimos aplicar las mismas restricciones, conductas, conceptos de “allá y entonces” que no toman en cuenta las diferentes necesidades afectivas, psicológicas y emocionales  así como tampoco, el cúmulo de estímulos a los que nuestros adolescentes están expuestos. El resultado ante esto,  puede ser contraproducente y crecer en nuestros chic@s desde conductas opositoras hasta enojo y resentimiento hacia nosotros como padres.

Necesitamos actualizar y contar con elementos que nos permitan empatizar y darnos oportunidad conocer realmente a nuestros adolescentes; de desarrollar una comunicación: congruente, abierta, que permita fluir y fortalecer esta relación,  que es diferente a la que teníamos con ellos  cuando eran niñ@s; y  crear puentes que nos permitan la intimidad,  que implica expresar abiertamente  mis sentimientos  y que  esto;  haga crecer la confianza de nosotros hacia ellos y viceversa; lo cual  será de gran utilidad en el acompañamiento que requieren nuestros hij@s en este proceso.

Aprender a escucharles y dejar de lado la exigencia del cumplimiento de nuestras expectativas, nos permitirá conocer más profundamente las fortalezas y habilidades que tienen y será más fácil la aceptación que tanto necesitan en esta etapa.